AGOSTO 2014
PROYECCIÓN AUDIOVISUAL
Ambulante 2014 (gira de documentales)
Descubrir, compartir, transformar
Martes 26, 7:30 p.m.
Cutie y el boxeador
Zachary Heinzerling [Estados Unidos, 2013] 82’
Tráiler: Cutie y el boxeador
Sinopsis
En este cándido relato de amor neoyorquino se explora la caótica relación de cuarenta años de matrimonio del reconocido pintor Ushio Shinohara y su esposa Noriko, también artista. Cuando Ushio vivía en Tokio, era un joven artista rebelde y contestatario que parecía destinado a la fama; sin embargo, su obra alcanzó poco éxito comercial. Finalmente, en 1969 se mudó a Nueva York en busca de fama internacional. Cuando Noriko emigró a los 19 años a la misma ciudad para estudiar arte, se enamoró de Ushio y abandonó sus estudios para convertirse en la esposa y asistente de un hombre alcohólico y difícil de controlar. Con los años, los papeles han ido cambiando. Ushio, ahora de ochenta años, lucha por establecer su legado artístico, mientras que Noriko ha empezado a ser reconocida por una serie de dibujos titulada Cutie, en la que retrata su difícil pasado con Ushio. La película es una reflexión sobre el amor y el espíritu creativo, y un conmovedor retrato de una pareja que ha lidiado con los eternos temas del sacrificio, decepción y vejez, y que además ha dedicado su vida al arte.
Ambulante 2014 (gira de documentales)
Descubrir, compartir, transformar
Miércoles 27, 6:30 p.m.
Marmato
Mark Grieco
Ambulante 2014 (gira de documentales)
Descubrir, compartir, transformar
Viernes 29, 6:30 p.m.
Memorias del calavero
Rubén Mendoza [Colombia, 2014] 104’
Sinopsis
Con La sociedad del semáforo (2010), Rubén Mendoza descendió al infierno del mundo de la droga y la marginalidad en la ciudad de Bogotá. La dureza de sus imágenes tenía la intención de violentar al espectador y enfrentarlo sin escudo a ese universo terrible en el que viven seres que han perdido toda esperanza, entregados a una autodestrucción en la que el alcohol, la droga y el sexo desempeñan un oscuro papel. Cienfuegos, uno de los personajes de la película, fue interpretado por el Cucho, un hombre de la calle que pertenecía efectivamente a ese medio y con quien el director consiguió establecer una buena relación. De ahí surgió el proyecto Memorias del calavero, especie de documental en el que el Cucho plantea un regreso a su tierra natal en Santander. Un recorrido que incluirá lugares y paisajes a los que el protagonista se encuentra unido y en los que aprovecha para rememorar algunos momentos de su vida. El viaje se cumple con un equipo pequeño de producción, cuya presencia el personaje tolera con calma desigual. Cuando el acuerdo de tolerancia se rompe, el documental da un giro cuyo sentido el espectador deberá descubrir.
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